En La insulina ¿Qué es y por qué es tan importante? (I) comentábamos el funcionamiento de esta importante hormona en la regulación de la cantidad de glucosa en sangre.
Pero… ¿Qué causas pueden alterar su función?
La dieta que seguimos día a día está constituida en gran medida de nutrientes que requieren una alta demanda de la producción de esta hormona, como por ejemplo, los hidratos de carbono refinados (concretamente los azúcares).
Este tipo de carbohidratos aumentan muy rápido los niveles de glucosa en sangre en muy poco tiempo (alimentos de alto “índice glucémico”) por lo que el páncreas debe producir grandes cantidades de insulina con el fin de guardar esa acumulación, que cada vez es mayor porque seguimos introduciendo alimentos de alto índice glucémico. De esta manera, el páncreas tiene que hacer un sobreesfuerzo una y otra vez en la producción de esta hormona que a la larga pasará factura en nuestra salud, ocasionando una resistencia a la insulina.
Si a esto se le añade la ausencia de ejercicios orientados al trabajo e incremento de la masa muscular los cuales “facilitan” la entrada de la glucosa (y los ácidos grasos) al interior del músculo e hígado, estamos favoreciendo aun más esa alteración, y además… ¡¡el exceso de glucosa pasa a ser grasa!! (algo que quizá no sabéis y también os interese).
Por lo tanto, ahora que ya sabemos cuáles son las causas (mala alimentación y ausencia de ejercicio), en la próxima entrada hablaremos en profundidad sobre la “resistencia a la insulina”.
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Alfonso – coach